Pildoromanía

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Cuidado con los tranquilizantes artificiales, pues éstos disminuyen el natural gobierno de ti mismo. Tu ansiedad se apacigua, momentáneamente, con una píldora; pero con ella no estás atacando la causa de tus tensiones sino los efectos de éstas; y así no das con la solución a tu angustia. No te autoengañes haciéndote esclavo de una droga. Para serenarte asume una actitud de objetividad para enfrentar tu problema. Desahógate con un amigo leal y pon en manos de Dios tus angustias.

"El corazón alegre mejora la salud"
(Pr. 17, 22)

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